(se ve muy largo el post, pero es que incluye un anexo, no se espanten)
Antes se le conocía como psicosis maniaco-depresiva, suena dramático y si decimos que es incurable suena más dramático. Pero cuando se profundiza quizás no parece tan dramático. Dramático. Aun así, puede llegar a ser algo muy serio y por eso creo que es importante hablar de ello, darlo a conocer, ayudar a reconocer, etc.
Es complejo de entender y de explicar su origen y causas, parece que nadie en el mundo de la medicina realmente lo tiene resuelto, lo único claro es que es una enfermedad ciertamente biológica ya que está asociada con anormalidades estructurales y funcionales del cerebro, así que haré una pequeña lista acerca de los factores biológicos que me parece que tienen que ver con esto: química cerebral (neurotransmisores), genética (no lo abordaré, pero hay algo de eso en mi caso), exceso de actividad en el tálamo, disfunción en el hipotálamo; el hipocampo, por ejemplo, puede hacer que el sistema límbico escupa nostalgia, y por supuestooo: la corteza cerebral. Es la que estimulan en el tratamiento de TMS (más de eso en la Pt. 6 de esta serie). ¿Cómo se relacionan estos elementos? ¿Cuál es el cocktail necesario y los ingredientes faltantes para un delicioso trastorno bipolar? No lo sé realmente; sin embargo, sí entiendo más sobre las bases para diagnosticarlo, pero hasta aquí claros que es una enfermedad, ¿cierto?
Cuando se habla de los síntomas de la enfermedad, muchos llegan a decir: “pero todo mundo se siente así a veces”, “creo que yo también soy un poco bipolar”, “es normal sentirse a veces bien y a veces mal”. Vale, si fuera tan normal, no estaría catalogado como enfermedad psiquiátrica ni andaría gastando tiempo y dinero a lo bruto en terapias y tratamientos; y si bien no es algo tan normal, sí es más recurrente de lo que pensamos; aproximadamente un 5% de la población mundial lidia con algún tipo de enfermedad dentro del espectro bipolar.
¿Espectro bipolar? ¿O sea que hay diferentes niveles y rangos? Sí, hay un mundo de posibilidades dentro del espectro, y así como los trastornos depresivos o de ansiedad, hay unos más leves que son manejables únicamente con psicoterapia, por ejemplo; y otros que, debido a la intensidad, requieren de una atención clínica más pro.
Yo estoy diagnosticada con trastorno bipolar tipo II, y eso básicamente significa que la depresión se convierte en la dueña obscura de mis días y me manipula de manera sádica y cruel. Eso hasta que llega la hipomanía y decide que voy a conquistar el mundo junto a Pinky y Cerebro en una noche, pero ya lo explicaré mejor (espero) en otro capítulo. El punto es que la depre es la que lleva la batuta y la que me pega mucho más y por periodos mucho más largos, llegando a puntos muchos más extremos que en la bipolaridad tipo I, donde la manía es la que lleva el descontrol.
Claramente todo mundo experimenta cambios de humor y de energía, se sienten tristes o muy contentos y cuando estas emociones son proporcionales a las experiencias de la persona, digamos que están al principio del espectro bipolar, es decir: ¡Felicidades, eres una persona cero bipolar! Y a eso se le llama estar en un estado de eutimia. En el espectro se pasa por la personalidad ciclotímica y la ciclotimia (variaciones levemente arriba de los rangos normales, con fluctuaciones más rápidas), la depresión o la manía unipolar, y los extremos duales que son el trastorno bipolar tipo I y el tipo II.
Hay quienes discuten que la bipolaridad tipo I es más peligrosa debido a las acciones escandalosas que hace el paciente o la tendencia que se tiene hacia la psicosis; sin embargo, con las depresiones que se sufren en la bipolaridad tipo II, la tasa de mortalidad es más alta debido a un incremento considerable en el riesgo de suicidio. También se cree que la bipolaridad tipo II tiende a ser más crónica, además de que los periodos de estabilidad suelen más cortos entre episodios que en el tipo I. Ambas llegan a incapacitar fuertemente a los pacientes, impidiendo que lleven a cabo sus actividades diarias cuando no están siendo tratados. No lo menciono para hacerme más importante, sino porque se subestima mucho al tipo II respecto al tipo I. Yo diría que es un empate de peligrosidad, ambas son muy serias, no discriminemos o minimicemos a ninguna de las dos.
Cuando se leen los síntomas o criterios necesarios para diagnosticar un trastorno bipolar, es importantísimo recordar que debe haber una presencia de al menos tres síntomas al mismo tiempo, por un periodo de tiempo alargado (cambia según el tipo; en mi caso, son meses de depresión y semanas de hipomanía), que se ve continuado o precedido por un episodio del otro polo, además de tener un impacto notable y negativo en la vida de quien lo padece y de quienes están a su alrededor, y sobre todo la intensidad, ¡la intensidad!. Es decir, no, no cuenta si alguna vez has sentido sólo un síntoma o quizás dos, a lo largo de un fin de semana o una que otra vez en tu vida, como cuando murió tu abuelito o en tu graduación. Creo que es fácil saberlo: cuando sientes que algo está mal, que realmente hay un problema, que está interfiriendo con tu vida normal y que las consecuencias son graves, luego lees la lista de síntomas y te aterras de verte tremendamente reflejado, entonces sí, considera seriamente la posibilidad de tener este trastorno y de buscar ayuda profesional adecuada.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales es como la biblia de la American Psychological Association (APA) (sí, el mismo APA de las citas APA), y aunque hay otra biblia de la OMS que se llama CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades), el primero me parece que es el favorito. Ahora existe la versión DSM-5, pero no he encontrado bien un texto a detalle de esa versión; sin embargo, sí he encontrado que los cambios son ligeros en comparación a la edición anterior, por lo menos para nosotros mortales que no tenemos la tarea de diagnosticar a nadie, así que aquí tienen los criterios del DSM-IV para el trastorno bipolar en sus distintas presentaciones. En los próximos capítulos explicaré cómo se ven esos síntomas en la vida diaria, obvio desde mi muy personal experiencia.
P.D. Algunos de los comentarios que se incluyen en la imagen del día de hoy sé que suelen venir de buenas intenciones; sin embargo, forman parte de la lista de cosas que te hacen sentir mal o que no lo intentas lo suficiente ya que te lo repiten constantemente. (Y sí, sí he intentado yoga).
A. Presencia de al menos un EPISODIO MANÍACO definido por los siguientes criterios:
Un período diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado durante al menos una semana, en el que se presentan al menos tres de los siguientes síntomas:
O un EPISODIO HIPOMANÍACO caracterizado por los siguientes síntomas:
B. Previamente se ha presentado al menos un Episodio Depresivo Mayor, un episodio maníaco o un episodio mixto. El EPISODIO DEPRESIVO MAYOR se define por:
C. También pueden presentarse EPISODIOS MIXTOS que se definen por la presencia de criterios característicos tanto de un episodio maníaco como de un episodio depresivo mayor, excepto en la duración, ya que aparecen casi cada día durante al menos un período de 1 semana. Este Tipo de Episodios son suficientemente graves como para afectar el ámbito laboral, social o las relaciones, y en ocasiones puede requerir hospitalización para evitar daño a los demás o a sí mismo. No se debe a medicamentos, drogas o a una condición médica general.
D. Los episodios afectivos en los Criterios A, B y C no se explican mejor por la presencia de un trastorno esquizoafectivo y no están superpuestos a una esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, un trastorno delirante o un trastorno psicótico no especificado.
ESPECIFICACIONES:
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